lunes, 11 de febrero de 2008

RECORDANDO A MI ÍDOLO

Santiago Santacruz Rambay

Alejandra Santacruz Arenas


La última vez que lo vi estaba parado en el Terminal de Transportes de Apartadó. A través de la ventana del autobús yo le lanzaba besos y él los recibía con una enorme sonrisa. Jamás pensé que debía regresar tan rápido al municipio y menos para despedirme de la manera más triste y desalentadora de mi Ídolo.

Él era el hombre que yo mas admiraba en el mundo, su manera de amar la región y de ver en los ojos de los niños desprotegidos, el futuro y el anhelo de tiempos mejores es un recuerdo para nunca olvidar.

En mis vacaciones sabia que una tarea me esperaba muy temprano todos los días. Caminábamos hacia el Hogar Juvenil Campesino, para levantar a los niños y entre todos limpiar el prado, la cancha y regar el cultivo, todos con felicidad nos recibían, yo medio dormida sentía celos al ver como lo abrazaban y le decían papá, estaba pequeña y aun no era conciente, de que, él era para ellos la imagen mas clara de lo que era un Padre.

Tiempo después cuando fui una más de las personas que lo lloraban, por la avenida principal del municipio, me di cuenta, que el amor que yo sentía por él era compartido por muchas personas y que desde los más niños hasta los ancianos caminaban incrédulos y agobiados por la mounstrosa idea de que Apartadó había amanecido sin uno de los lideres que mas había trabajado por el desarrollo y la paz de la región.

Pero la realidad es dura y ya no había nada que pudiéramos hacer, la guerra, esa maldita guerra había terminado con la vida de un luchador y nunca más volveríamos a encontrarlo ni en su oficina de la casa liberal ni sentado en su curul del Concejo, ni caminando por la cancha o los corredores del Hogar Juvenil campesino.

Ese 18 de Febrero de 2001, una luz se apago en el mundo y pasó a brillar en lo más profundo de los corazones, de quienes hoy todavía sentimos la necesidad de trabajar con esfuerzo y dedicación por el municipio, por la región, por el país y por el mundo. Comenzando por no olvidar, el legado de un hombre que supo identificar las necesidades de la gente pero también su espíritu de lucha y de trabajo, por aquel líder que nos enseñó, que si se puede hacer política sana y que mas allá de los colores de un partido, esta la necesidad de mejorar y de ayudar a los menos favorecidos.

Aun no tengo hijos pero cuando nazcan les contaré en la noche mil historias fantásticas y algunas reales, entre ellas, les hablaré de mi Ídolo, les hablaré de su abuelo, LES HABLARÉ DE SANTIAGO, LES HABLARÉ DEL PATRIARCA.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ufff, conmovedor!!! Gracias Aleja por compartirnos éste texto hermoso sobre tu padre maravilloso El Patriarca, Santiago Santacruz Rambay. Un hombre de corazón generoso, de palabras pocas y entrecortadas, pero pragmatico, conciliador, dotado de un excelente sentido del humor, lider indiscutido de esa región que bien merecia una oportunidad por parte de sus indolentes e ignorantes verdugos... En mis recuerdos ya muy vagos le veo sentado frente a mí, en su curul, en el concejo municipal de aquella localidad, con una sonrisa, picarona, en ocasiones esplendorosa, que bien decía de su mordaz inteligencia para el debate, de su alegría y de su bondad. No en vano el pueblo de la región le dijo adios en la despedida más concurrida que en mis años allí yo recuerde y el amigo y concejal, entonces, Fernando Lopez propuso fijar su nombre, como un pequeño homenaje, al Estadio Municipal...Bien merece hacer otras cosas para perpetuar su memoria...Un abrazo. Ferney Suaza Marin.

Steven dijo...

Mi tío Esteban Pino estaba también perdió la vida junto a él.